Juan David Carrillo es el emprendedor colombiano que se enamoró de la comida peruana y decidió traerla al país, a través de un concepto que conoció en Argentina. Así, se convirtió en socio fundador en Colombia de las franquicias Osaka Cocina Nikkei y La Lucha Sanguchería Criolla.
Este joven empresario trabajaba como gerente de marketing de Grupo LVMH. La compañía lo envió en 2014 a Argentina, para realizar una formación. Y durante su estancia en Buenos Aires, cenó en la franquicia Osaka del barrio Palermo. Un restaurante del que se enamoró nada más entrar. Tanto el ambiente, como la música y, por supuesto, la comida, le hicieron ver rápidamente una gran oportunidad de negocio.
Primero fue Osaka
A raíz de aquella experiencia, Carrillo comenzó a buscar información sobre Osaka en Internet. Y descubrió que esta franquicia de restaurantes no solo estaba presente en Argentina, sino que también contaba con restaurantes en Brasil, Chile, Ecuador y Perú, su país de origen. De esta manera, su interés por traer el concepto a Colombia siguió aumentando. Y, tras muchos intentos por contactar con los dueños de la franquicia, logró reunirse con ellos en una premiación de los restaurantes más importantes de toda Latinoamérica.
Para llegar a un acuerdo comercial, los dueños de Osaka requirieron a Carrillo contar con un socio operador. En apenas ocho días, el emprendedor logró asociarse con expertos en restauración y marketing. Así, creó la sociedad operadora Elemento 4K y consiguió la licencia de la franquicia para operar en Colombia.
En 2016, Carrillo hizo realidad su sueño al abrir el primer restaurante de la franquicia Osaka en Colombia. Además, en apenas dos años ha logrado recuperar su inversión inicial, que fue de US$1,5 millones. Por tanto, queda patente el gran éxito que está teniendo este concepto de comida peruana en el país.
Y después, La Lucha
La Lucha Sanguchería Criolla es una compañía peruana especializada en jugos y sánguches. Tras diez años de trayectoria, cuenta con 11 establecimientos en Perú: 7 en Lima, 3 en Trujillo y 1 en Arequipa. Y en Colombia, la franquicia ha comenzado a crecer este mismo año de la mano de Juan David Carrillo.
En uno de sus viajes a Lima, y tras la recomendación de un taxista, el empresario desayunó en La Lucha. Sus sensaciones fueron similares a las que tuvo en su primera visita a Osaka. Desde que entró, se sintió cautivado con el ambiente, con el trato y con el sabor de la comida. Y se puso en marcha para traer la franquicia a Colombia.
Así, el pasado 6 de abril abrió el primer local de la Lucha en Bogotá, cerca del Parque de la 93. Además, para este mes de agosto está prevista la segunda apertura de la franquicia. Y para la primera mitad de 2019, la tercera. De aquí a cinco años, la intención es contar con hasta 10 puntos de venta en Bogotá.