Cuando una empresa o franquicia desea aumentar su presencia mundial a través de nuevas asociaciones estratégicas, busca, por lo general, desarrollar Franquicias Maestras que posean y operen una red regional (por territorios) de dichas franquicias.

La franquicia maestra requiere compromisos mutuos de un franquiciante y del inversionista para desarrollar un país o una región. En el área escogida el franquiciado operará unidades individuales pactadas en un plan de desarrollo o tiene también el derecho de conceder subfranquicias a otros dentro de su territorio geográfico, llevando a cabo, a su vez, muchas de las funciones que el dueño de la marca cumple con los franquiciados maestros.

Franquiciar a nivel internacional normalmente requiere de una mayor planeación de tiempo y dinero que cuando se franquicia a nivel doméstico. Para poder entrar en una plataforma internacional, es decir, llevar la franquicia a diferentes países y regiones más rápidamente, esta misma debe manejarse en un formato a gran escala a través de una franquicia maestra o una franquicia de desarrollo de área, en lugar de la venta por unidad franquiciada, que por lo general requiere de más tiempo para crecer. Es importante antes de pensar en franquiciarse internacionalmente haber otorgado más de 20 franquicias a nivel local para tener la experiencia y el conocimiento suficientes, además de la capacidad comprobada de competir en su mercado.

Se debe tener también conocimiento sobre los requerimientos que tienen los franquiciados maestros para operar el negocio exitosamente.

Existen muchas diferencias entre la franquicia doméstica y la internacional, pero a pesar de esto los franquiciados saben que es bastante lucrativo, especialmente cuando saben, por adelantado y con precisión, qué servicios les dará el franquiciante. Tanto el franquiciante como el franquiciado internacional deben dejar claras todas cuestiones referentes al negocio que van a enfrentar juntos, así como asignar las responsabilidades y los costos que asumirá cada una de las partes.

La manera en que los franquiciantes y los franquiciados internacionales dejan en claro cuestiones y responsabilidades es a través de los contratos de franquicia maestra, de desarrollo de área y de franquicia unitaria que firmarán al principio de su relación.

Y entre ellos es claro que los contratos de franquicia maestra definen la relación entre un franquiciante y un franquiciado maestro, y requieren que este último utilice contratos de franquicia unitaria que el franquiciante debe aprobar antes de que la franquicia maestra se firme, y en los que el franquiciado maestro se compromete a satisfacer las necesidades y a cumplir las promesas que se le hacen a los nuevos franquiciados (individuales). En estos contratos deben detallarse, además, los términos económicos y las relaciones del franquiciado maestro con sus franquiciados regionales o individuales.

Estas franquicias maestras son utilizadas como estrategia para formar alianzas y “reclutar” franquiciados, hacer fidelización de clientes y trabajar en conjunto para reducir costos e incrementar las utilidades de todas las partes.